Antes de decidirte piensa las posibles complicaciones.
Además de los riesgos en el momento de la colocación como sangrado o parestesias (perdida de la sensibilidad) y alteración del gusto, tenemos otra serie de problemas que son muy frecuentes.
¿Sabías que los piercings pueden provocarte problemas en tu boca?
Quizás nunca te lo habías planteado pero puede provocar pérdida de sabor, parálisis lingual, sensibilidad, heridas, inflamación, infección, fisuras en los dientes, sangrado, edema, aspiraciones…
Así como dificultad para masticar, hablar, deglutir, aumenta la cantidad de saliva en tu boca, dificultad su higiene, puede provocar halitosis, recesiones…
Por eso es importante que sepas cuándo deberías retirarlo, cuando observes signos inflamatorios, te de una reacción alérgica, debas realizarte una intervención quirúrgica o te suponga un compromiso respiratorio.
Y si tienes alguna duda, ven a vernos y comprobaremos que todo esté en orden. Debes tener en cuenta cuando vayas a ponerte un piercing acudir a un centro que presente las condiciones sanitarias pertinentes y tenga todos los permisos necesarios.
¡Con la salud no se juega!